domingo, 8 de diciembre de 2013

Bienvenido a mi vida, perdón por el desorden emocional.


Ten cuidado que hay alfileres tras esa puerta, cuidado con las mariposas muertas, y los cachos de corazón por el suelo. Mira bien por donde andas por si te tropiezas con alguna lagrima. Dedice bien tus pasos antes de entrar por esa puerta, si vas a querer limpiar todo ese desastre, si vas a ser capaz, a sentir, a querer ordenar todo este circo sentimental que tengo montado. Piensatelo dos veces, porque cuando quieras salir tendras miles de secuelas que penetraran tu cuerpo de una sola vez. Coge aire, respira y aspira, es tan facil, pero a la vez tan complicado, tan complicado de decidir si soltar otra vez el aire o guardartelo hasta que ya no puedas mas. Pero tu cogelo, y sueltalo, y mirame, descubre como mi mirada se ilumina al verte, descubre el mar infinito que llevan dentro, todas sus hazañas, todas sus ruinas. Luego sonrieme, y entendere que lo has entendido, y te sonreire, como una niña pequeña con una piruleta. Me agarrare a ti, sonreire, reire, y te prometere que me pasare la vida riendo para ser eterna, pero que la candicion es que sea entre tus brazos, que si no, no vale, es trampa. Esas son las reglas del juego, de nuestro juego, de amor porsupuesto. Pero hay que tener cuidado, porque a veces el miedo atrapa mis vertebras y acabo huyendo, pero para entonces ya habras descubierto que hacer para retenerme, si no lo has descubierto ya.

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