Ahora quererte es mas como recordar que te quise.

Buenos días señorito, le vengo a mostrar la previsión de hoy y de algún tiempo mas; veamos parece que este esplendido sol saldrá cada mañana por la ventana al amanecer, que la lluvias solo saldrán cuando apetezca bailar y que las tormentas solo son un aviso de mal tiempo, pero que enseguida se irán.
Viene con ganas de fiesta, sexo y alcohol a mogollón. Y cigarrillos a todas horas, que de algo tendrá que morir. Prepare te que viene cargada de balas y de ases en la manga. Todo escondido en su ligero. Atrévete, valiente, a meter la mano por ahí. A descubrir todos sus secretos, cobarde. Mientras, te va a susurrar al oído a que sabe la libertad.
Hoy mismo ha salido con un cazamariposas a recuperar los cinco sentidos, y se ha despedido de las eternas penas y fingidas glorias, que de eso ya no necesita. Mira su sonrisa, y que ojos mas brillantes. Atrévete a quitarle eso.

Bon appettit.

Que no se enteren que estuvimos en la Luna antes que la NASA

Caras tristes. Pequeñas vidas, grandes mundos. Sonríeme, dame una sonrisa de complicidad, dame vida, dame un atisbo de felicidad engañosa. Vamos a bailar bajo la lluvia, que lloren las nubes que tu no te lo mereces, que el agua te recorra el cuerpo, y que tu cuerpo lo sienta como para bailar al son de las gotas de lluvia. No necesitas müsica, ni amor, ni lágrimas, nada, solo una sonrisa y ganas dd reír. Vamos pequeño a perder la cabeza, y el que mundo nos siga. Vamos a volar al ras de esta tierra, màs alto que los aviones, mas allá del Sol, que la Luna nos salude con su mejor sonrisa.
Ahora solo olvida todo lo demás, mira a la Luna pequeño y lo mucho que brilla, que hoy ha decidido acercarse a la Tierra para no estar tan sola. Mira a los ojos y adivina todas las historias posibles que esconden. Vamos, que la vida son dos días y ya vamos por el segundo.

Apostemos por las cosas difíciles y los objetivos lejanos.

Y ahí  estaba ella, sentada en el alféizar de la ventana, semidesnuda y con el cigarro entre los dedos.
Inventando mundos paralelos, y soñando con elefantes voladores.. Siempre fue una soñadora. Ese día tiro el jarrón de flores del salón por la ventana. Salio a la calle, como si nada pasara, como si no estuviera rota en mil cachitos. Pero eso se le daba bien, eso de salir a la calle con una falsa sonrisa, con los morros pintados de rojo y el rímmel corrido por su mejillas. Pero nadie la miraba, no se la debía notar mucho, pensó.
La verdad es que estaba harta de eso, de que nadie la viera hecha mierda, de que nadie aparecía de repente en su camino y aliviara todo este desastre. Entonces fue cuando recordó algo, una gran frase, y era que no podía esperar a que la felicidad llamara a la puerta de su casa, por que las mejores cosas la esperaban ahí  fuera en algún lugar escondido y remoto o tal vez en la esquina de su casa. Así que decidió salir, con su pantalón mas corto, su camiseta favorita y sus botas negras que la daban confianza, salio tras un portazo, giro la esquina y callo en el más grande placer del planeta. Su sonrisa iluminaba las calles, y sus ojos desprendían alegría, ya no te necesitaba, tampoco necesitaba sus miedos, por eso por la primera papelera que paso, lo tiro todo y se propuso VIVIR como nunca antes había hecho.
Aún le encantaban los retos, eso no la había cambiado ni tú ni él.

Duele.

Duele tanto. Duele que casi sangra. Joder todos estos años soportando lo mismo. Duele, tantos años, y tan pocas respuestas. Tantos gritos, y tan pocas caricias. Tantas lagrimas y tan pocas sonrisas, sonrisas finjidas sin sentido alguno. Años tras año, soportando, dia tras dia ocultando, hora tras hora llorando y deseando que acabe ya este suplicio de estar aqui, finjiendo que te sientes cómoda, que estas bien, que eres fuerte. Mientras en tu interior gritas, deseando que alguien te oiga, pero nadie parece hacerlo. Solo estás tu, sola en medio de un mundo que no conoces, entre personas que van de un lado para otro sin pensar, entre personas que parecen ser alguien pero no son nada.
Igual que tú. Nunca supiste como cuidarme, como criarme, y ya lo hice yo sola, te dedicaste a ella, y ahora, ¿ahora que? ¿Cuál es tu plan? ¿Seguir marchitandome, dejarme navengo por este vacía que has creado? Tal vez. Tal vez ese sea tu mejor plan. O tal vez simplemente no preocuparte, no preocuparte por esa niña que crecio y maduro mucho antes de lo que tu creías, alguien ajeno a ti, alguien lo. suficientemente valiente para decir lo que piensa.
Hasta que punto llegaste, donde cambiaste tanto, donde te dejaste mi aprecio. No lo encuentro, y no haces nada para ello. Craso error. Pero tu ya eres mayorcito para darte cuenta, tal vez, cuando crezcas, te des cuenta de lo que hiciste y de lo que perdiste. Pero para entonces ya sera demasiado tarde.
Supongo que a ti te valía con una, y la otra te sobraba.
Me parece trisre esta relación, ¿no crees? Desear que pasen ya cuatro años para abandonar, y ni siquiera hecharte de menos, supongo que nunca supiste encajar en mi tus piezas del puzzle, ni hiciste de mi lo que tu querìas que fuera.
El problema, es que tu no miras mas allá de una hoja de papel con números insignificantes escritos, el problema es que yo valgo mucho más que un curso de matemáticas, lengua o inglés, que yo valoro lo que hay ahi arriba, es esa cabezita que no solo sirve para estudiar, llevar el pelo o vete tu a saber, si no también para pensar por uno mismo, comocimiemtos que no te enseñan en la escuela, conocimientos más importantes, algo que tu nunca llegarás a comprender. Algo que nunca valorarás, igual que tampoco me puedes valorar a mi.

Que mas da.

Puedo ser absurda, inconsciente, fátidica. Puedo olvidar lo politicamente correcto con un cruce de miradas. Ser una cínica, una idiota, una mentirosa. Puedo volver a caer en las mismas zanjas de siempre, sentir lo que nunca quise sentir. Puedo creer en Dios, en Alá o en Superman. Puedo ser auténtica, humilde, cabezona. Puedo ser tímida o estar totalmente loca. Puedo saltar, correr, bailar, o pasarme un día entero en el sófa. Puedo emocionarme o no sentir nada. Puedo ser inteligente o ingenua. Puedo creer en ti, pero se me da mejor creer en mí. Puedo esquivar los baches o darme de bruces contra ellos. Puedo ser impulsiva, un terremoto o de la que nadie habla. Un abismo o una carretera asfaltada. Puedo callarme o soltarlo todo bolviendo a ser políticamente incorrecta.. Puedo saltar con una canción o llorar con mil. Puedo ser romántica o parecer rídicula. Puedo enamorarme los viernes y desenamorarme los lunes. De Beatles o de Stones.
Qué màs da, soy igual de indecisa que siempre.

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Tiro el cigarro al asfalto y lo pisoteó hasta apagarlo del todo. Nunca le gustó fumar, en cambio, lo llevaba haciendo diez años. 

Tampoco le gustaba la guerra, y se la declaraba todas las mañanas a sí misma. Ni los mentirosos, y no dejaba de engañarse. Mucho menos escuchar la misma canción cien veces seguidas, y aquella tarde llegó a la ciento uno. No aguantaba esperar el cambio de color del semáforo, y llevaba media hora allí plantada, sin saber si cruzar o quedarse. Si enamorarse o engañarse. Si ganas su propia batalla o declararse la guerra una vez más.