domingo, 22 de septiembre de 2013

Lo que ella no sabía es que aquel día su vida daría un vuelco de 180º.


Y allí estaba ella, primer día, vuelta a la rutina, todo se le echaba encima, o más bien todos. Pero ella siempre llevaba su sonrisa de oreja a oreja, nunca le guste que la vieran llorar. Aunque tampoco sufrir, y ya le dolían partes de su cuerpo que ni siquiera sabía que existían.

Entonces apareciste tú. Aliviando cualquier dolor, cambiando cualquier idea de un mal año, cambiando su mundo, que es mi mundo. 
Así, sí. Me dije aquel viernes 20. Y ahora juego a luchar con la tristeza y la vencemos con un soplido. Y es que tu solo tienes la fórmula para hacerme feliz, para hacerme sonreír, y para sentirme la persona más especial del mundo. Ya sabes, amor y ganas de conquistar el universo. Cierra los ojos pequeño, déjate llevar, recuerda mi risa aquel día de verano, y el miedo..., el miedo déjalo bien lejos. Olvida, olvida todo lo triste, que hoy hace sol y somos eternos. Algunas noches como hoy solo deseo que llegue mañana para devorarte poco a poco. Empezando por el cuello y terminando por quien sabe donde. Dejar marcas en tu piel para que nunca olvides el color de mis ojos, el tacto de mi piel, mi pelo largo haciendo cosquillas en tu pecho. Cógete de mi mano, abróchate el cinturón, que ahora mismo sale el avión cuyo destino es el fin del mundo.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Si lo ves, no le digas que lo ando buscando.


-Perdona, creo que su corazón se ha colado por alguna alcantarilla entre estas calles.
-Yo creo que se ha fugado, ha salido de mi pecho arrasando con cada trozo de este piel muerta. Y con que razón....Ese corazón debía de estar hasta los cojones de tantos circos sentimentales.
-Pero, señorita, no cree que debería de ir a buscarlo?
-No, ahora esta bien, estará naufragando por los mares, buscando alguien que le mime, alguien que le de sentimientos a bajo precio, de esos que te sacan muchas sonrisas...Yo ya ni recuerdo como era una sonrisa de verdad...¡Mejor que se vaya!, así a mi me deja en paz, y yo puedo vagar por ahí como me plazca, sin tener que derramar tantas gotas de esas que recorren tu cuerpecito, poco a poco, haciendo que cada vez te sientas más y más frágil. 
-El estará bien, pero tú, ¿estarás bien?

Entonces ella se giro y se fue. No era la pregunta más apropiada para ella. Ni nunca lo fue. Ni nunca lo sería. 
Desaprecio. Quién sabe que habrá sido de ella. Nadie se molesto en saberlo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Ese día cayó un gran chaparrón en sus mejillas.


Su corazón parecía estar fabricado con madera.
Con la misma madera que estaba fabricado un mueble absurdo, de cualquier salón absurdo, de cualquier casa absurda, de cualquier vida monótona y absurda.
Cuando alguien lo destrozaba, las astillas se clavaban en su piel y le hacían sangrar. Y ella lo hizo.
Se sentó en el suelo de aquella habitación vacía, que algún día quiso ser de ellos. De ellos, que bien sonaba entonces, Y que mal ahora. Que mal suena hablar en plural cuando estas solo. No lo podía remediar, ese día cayó un enorme chaparrón en sus mejillas.