sábado, 7 de septiembre de 2013

Si lo ves, no le digas que lo ando buscando.


-Perdona, creo que su corazón se ha colado por alguna alcantarilla entre estas calles.
-Yo creo que se ha fugado, ha salido de mi pecho arrasando con cada trozo de este piel muerta. Y con que razón....Ese corazón debía de estar hasta los cojones de tantos circos sentimentales.
-Pero, señorita, no cree que debería de ir a buscarlo?
-No, ahora esta bien, estará naufragando por los mares, buscando alguien que le mime, alguien que le de sentimientos a bajo precio, de esos que te sacan muchas sonrisas...Yo ya ni recuerdo como era una sonrisa de verdad...¡Mejor que se vaya!, así a mi me deja en paz, y yo puedo vagar por ahí como me plazca, sin tener que derramar tantas gotas de esas que recorren tu cuerpecito, poco a poco, haciendo que cada vez te sientas más y más frágil. 
-El estará bien, pero tú, ¿estarás bien?

Entonces ella se giro y se fue. No era la pregunta más apropiada para ella. Ni nunca lo fue. Ni nunca lo sería. 
Desaprecio. Quién sabe que habrá sido de ella. Nadie se molesto en saberlo.

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